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340px-LEOPARDO

El leopardo es menos robusto que sus hermanos -el león, el tigre y el jaguar-, el leopardo es corpulento, veloz y cuenta con la ventaja de trepar a los árboles con agilidad y destreza. un resguardo seguro para l comida que obtiene e incluso un punto privilegiado para acechar a sus presas




ORIGEN Y EVOLUCION[]

Genealogía[]

Los carnívoros se diferenciaron del resto de mamíferos a principios de la era Cenozoica, hace unos 60 millones de años, en plena época del Paleoceno. Se diversificaron en la siguiente época -la del Eoceno-, produciendo diversos linajes, muchos de ellos asimilables a las once familias actuales. Una de ellas es la de los félidos, que se separó de los demás carnívoros en la época siguiente -la del Oligoceno-, hace unos 35 millones de años. La línea evolutiva de los felinos no está bien documentada, ya que el bosque, medio natural de los primeros “gatos”, no favorecía la formación de fósiles.


Por lo tanto, hay distintas opiniones sobre el linaje de los felinos modernos. Muchos zoólogos consideran que la subfamilia de los felinos actuales no apareció hasta hace 7 millones de años. Hace 5 millones de años, de este tronco se separó el género Neofelis, que daría lugar a la actual pantera nebulosa, y hace 3 millones de años, una especie ancestral -muy parecida al jaguar actual- dio lugar el género Pantera. Enseguida se separó la pantera de las nieves, todavía sobreviviente, y un millón de años más tarde, en el Pleistoceno (período Cuaternario), surgió el entronque que daría lugar al grupo de las cuatro especies actuales de felinos más emparentados: el león, el tigre, el jaguar y el leopardo.


Los leopardos ancestrales[]

Los fósiles encontrados de leopardos demuestran que los ejemplares más primitivos eran de mayor tamaño que los actuales. Algunos de los más antiguos se han localizado en Sudáfrica, en un yacimiento que tiene una antigüedad de un millón de años. Junto a estos fósiles se encontraron también restos de Australopthecus -los antecesores del hombre-, y parece que se trataba de sobras de la comida de los leopardos.

ESPECIES AFINES[]

Existen unas 260 especies de carnívoros, que se agrupan en 11 familias; una de ellas es la de los félidos, que incluye hasta 37 especies. Éstas son difíciles de relacionar entre sí porque la filogenia no está resuelta del todo. Algunas cosas, no obstante, parecen claras. Así, el yaguarundí, la pantera de las nieves, la pantera nebulosa, el ocelote y el tigrillo están relacionados genealógicamente con el leopardo, aunque los tres felinos más emparentados con él son el león, el tigre y el jaguar. En cambio, el guepardo, a pesar de tener un aspecto similar, pertenece a otro género (Acinonyx).

JAGUAR

(Pantera onca)El jaguar es una de las especies más emparentadas con el leopardo, pero a diferencia de éste tiene su hábitat en el continente americano (desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Patagonia). Se trata del mayor félido de América: el macho puede acercarse a los 2 m de longitud (casi 2,5 con la cola) y llegar a pesar 130 kg. De cuerpo macizo y pelaje anaranjado con machas negras redondeadas, vive en selvas y sabanas, siempre que exista suficiente cobertura vegetal y agua disponible. Es el superdepredador por excelencia en los ecosistemas en que se encuentra.


YAGUARUNDÍ


(Felis yagouaroundi)Otro pariente del leopardo en el Nuevo Mundo, igualmente presente desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina, es el yaguarundí, nombre que deriva de jaguar. De menor tamaño que éste, también ha recibido los nombres de leoncillo y gato nutria, porque su aspecto es tan estilizado y elegante que recuerda al de un mustélido. Puede alcanzar 130 cm de longitud, contando los 40 cm de la cola. Se distingue claramente por su variado pelaje (gris, leonado, rojizo o negro), pero siempre homogéneo y sin manchas. Más corredor que arborícola, persigue a sus víctimas desde muy lejos y las captura gracias a su extraordinaria agilidad: realiza saltos de hasta 3 m.



LEÓN

(Panthera leo)Con su cuerpo compacto y musculoso y cabeza ancha -provista de una gran melena en los machos-, quizá sea el animal más conocido del planeta. Entre los félidos, su robustez sólo es superada por el tigre. Con un tamaño de entre 1,5 m y casi 3 m (y 80 cm más de cola), se le denomina “rey de la selva” erróneamente, ya que vive en la sabana africana al sur del Sahara (sólo se ha adaptado a la jungla una pequeña población del noroeste de la India). Los machos son más corpulentos (hasta 250 kg) que las hembras (hasta 180 kg), pero éstas son las que cazan con más frecuencia, ya que los leones son los encargados de defender su territorio de intrusos.



TIGRE


(Panthera tigris)Es el mayor félido del mundo: alcanzando algunos machos los 388 kg de peso. Su pelaje pardo anaranjado con franjas negras verticales le camufla perfectamente entre la vegetación. Vive en Asia meridional y oriental, ocupando selvas tropicales, manglares, bosques caducifolios, sabanas e incluso zonas montañosas de considerable altitud. Es de actividad terrestre, trepando muy raramente. Sale a cazar al anochecer, guiándose, más que por el olfato, por la vista y el oído.



PANTERA DE LAS NIEVES


(Panthera uncia)De tamaño algo menor que el leopardo, es la única especie de felino que vive en las más altas montañas de Asia central, incluyendo el Himalaya. Su pelaje, que es largo y sedoso (para combatir el frío) y de color gris muy pálido, con grandes manchas en roseta, le hace casi “invisible” en su entorno nevado. Cazador solitario, no sólo acecha a sus presas, sino que también las sigue, interceptando las manadas de mamíferos que atraviesan su territorio en migración. Sólo se encuentra a lo largo de las zonas fronterizas de China occidental, meridional y septentrional y se halla en peligro de extinción.



PANTERA NEBULOSA

(Neofelis nebulosa)Esta especie es más pequeña que el leopardo: mide cerca de 1,5 m de longitud (y casi otro metro de cola) y pesa entra 15 y 22 kg. De cuerpo alargado y cabeza pequeña, posee unas patas cortas y robustas y una cola muy larga y gruesa. Es excelente trepador y cuenta con unas uñas poderosísimas. Su pelaje presenta machas oscura sobre fondo grisáceo o amarillento, siendo muy atractivo, lo que ha motivado su persecución inmemorial y su actual estado vulnerable. Vive en las selvas, bosques densos y ciénagas del sudeste asiático: de Nepal a Malasia, pasando por la China meridional, Sikkim, y llegando a las islas de Taiwán, Sumatra, Hainan y Borneo. En ésta, los indígenas le llaman “harimandahan” (tigre de los árboles).



OCELOTE


(Felis pardalis)Más pequeño que la pantera nebulosa, este felino mide cerca de 1 m, más los 35 cm de su peluda cola, y pesa de 9 a 18 kg. La piel es muy variable y demasiado apreciada, lo que ha provocado una intensa persecución. Vive desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina, en terrenos arbustivos o boscosos, en el chaparral denso, las selvas y las sabanas, incluso las zonas áridas. Solitario, nocturno y silencioso, no solamente posee un fino olfato, sino también una vista y oído agudísimos. Su característica más notable es la gran capacidad de trepar por casi todo tipo de árboles. Caza pequeños vertebrados, aunque también ataca con éxito mamíferos de mayor tamaño que él.



TIGRILLO

(Felis wiedii)Si el ocelote es un buen trepador, el tigrillo le supera. Es más pequeño que el ocelote, pero de diseño idéntico, hasta el punto que resulta difícil distinguirlos (en México a ambos se les llama tigrillos). Cazador nocturno de los bosques de América tropical, pasa el día escondido entre las ramas, el follaje y los huecos de los árboles. Captura roedores, conejos y aves, y su hábitat es arborícola. Una anatomía muy peculiar del tobillo le permite su conducta más espectacular: trepa por árboles absolutamente verticales con la facilidad de una ardilla.

MEDIO NATURAL[]

Distribución geográfica[]

En África, el leopardo se encuentra al sur del Sahel, contacto también con alguna población aislada en el norte del continente. En Asia, por su parte, e distribuye por la zona meridional y oriental, incluido el Sinaí, sur de Arabia, India, China, Malasia, Indochina y Java. Existen, además, algunas poblaciones diseminadas al norte de Corea y el río Amur, y otras entre Turquía y Pakistán. Esta amplia distribución convierte al leopardo en el félido con mayor área de dispersión del planeta.



Hábitat[]

Si por algo se caracteriza el hábitat del leopardo es por la gran diversidad de ambientes que incluye, si bien muestra una clara preferencia por la gran diversidad de ambientes que incluye, si bien muestra una clara preferencia por la presencia de cobertura arbórea. En el continente asiático, la mayor parte de su hábitat corresponde la pluviselva tropical, pero ocupa igualmente sabanas y zona áridas, desde las tierras bajas del litoral hasta cerca de los 4.5000 m de altitud.


El principal bioma que ocupa en África es la sabana, en sus distintas modalidades: arbórea, arbustiva, herbácea y semidesértica, incluyendo las zonas más áridas o rocosas, preferentemente si mantienen una vegetación arbustiva. También habita en desiertos (como el Kalahari y el Namib), el bosque sabanoide y la selva densa centroafricana. Precisamente en la selva ecuatorial africana, el leopardo es el indiscutible superdepredador.


Camuflaje[]

El camufalje del leopardo resulta sorprendente lo bien que se camufla el leopardo en la diversidad de ambientes en que está presente. El conjunto de manchas negras -o pardas rodeadas de negro- sobre fondo pardusco, a veces amarillento, incluso blanquecino, resulta muy eficaz, sobre todo si existe algún tipo de vegetación en el ambiente, ya que la silueta del felino queda rota por este diseño moteado. Para perfeccionar el camuflaje, las distintas poblaciones de leopardo han modificado algo su coloración según el medio en que se han adaptado. Por ejemplo, en los ambientes seos y semidesérticos, adoptan un pelaje más claro y grisáceo, siendo las manchas menos marcadas. Por el contrario, los que viven en la selva lluviosa tropical presentan una tonalidad de fondo más cálida y manchas oscuras, casi negras, lo que les confiere un mayor contraste, acorde con la densa vegetación boscosa.


Un animal arbóreo[]

El leopardo se distingue de sus parientes más cercanos por la capacidad de trepar ágilmente a los árboles, práctica que realiza habitualmente tanto para descansar con mayor seguridad como para comer tranquilo y guardar las presas que ha cazado. Este comportamiento pone al leopardo a salvo de los otros depredadores.

Esta facilidad para trepar a los árboles del leopardo es importante en la sabana, pero en la selva adquiere una especial relevancia porque allí las especies se reparten los distintos estratos de la vegetación, a modo de ecosistemas diversos, y cada altura tiene distintas características de temperatura, humedad, iluminación, recursos, etc. Entre los parientes del leopardo que también son trepadores destacan el ocelote, el tigrillo y la pantera nebulosa. Los dos primeros son americanos, pero la tercera es asiática, por lo que comparte el mismo hábitat selvático que el leopardo.

LAS SUBESPECIES[]

Aunque no hay unanimidad entre los zoólogos, quizá las subespecies de leopardo más fundamentadas serían las siguientes:


Panthera pardus pardus[]

Corresponde al leopardo “normal”, siendo la subespecie nominal y más extendida.



P. p. orientalis[]

Subespecie de leopardo que ocupa un área enorme: desde Manchuria hasta Corea y sudeste de Siberia, con alguna población aislada en Oriente Medio.



P. p. tulliana[]

Es una subespecie amenazada, que corresponde al leopardo de Anatolia. Se caracteriza por tener un pelaje más brillante y menos espeso que la subespecie anterior y presentar tonos más bien grises.


P.p. adersi[]

Es la población de la isla de Zanzíbar, frente Tanzania, y seguramente está extinguida, pues ya hace muchos años que no se ve ningún ejemplar.

ANATOMÍA DEL LEOPARDO[]

El depredador trepador[]

El cuerpo del leopardo es esbelto, musculoso y flexible. Ello le confiere fuerza en la lucha, velocidad en la carrera y, sobre todo, la capacidad de trepar con gran agilidad por los árboles. La coloración, por su parte, presenta grandes variaciones, tanto geográfica (de una población a otra) como individuales.



PIEL[]

El color de la piel del leopardo oscila entre amarillo y gris, con manchas negras, que son pequeñas en la cabeza y más grandes en el vientre y las patas; adquieren forma de roseta en el dorso, los flancos y la parte superior de las patas. Los jóvenes presentan una coloración de fondo más grisácea y unas manchas menos marcadas y más próximas.



PATAS[]

Las patas del leopardo son de tamaño medio, más bien cortas si se compara con otros felinos como el guepardo. Están muy musculadas, los que les confiere una notable velocidad, una enorme potencia de derribo de las presas y, sobre todo, la capacidad para efectuar saltos de hasta 6 m. Terminan con unas potentes uñas que completan unas garras temibles; capaces de propinar un zarpazo mortal a sus víctimas.



DIENTES[]

Posee lo colmillos típicos de felino e incisivos muy desarrollados, y ambos son muy efectivos en el ataque, pero lo más notable son las muelas llamada carniceras, ya que el último premolar superior y el molar interior tiene un mayor tamaño, encajan perfectamente entre sí y poseen, además, corona muy afiliadas y cortantes.



OJOS[]

Este gato gigante posee, lógicamente, “ojos de gato”, es decir, estructuras especialmente adaptadas a la visión nocturna. Esto resulta muy adecuado porque el leopardo acostumbra a cazar con más frecuencia en las penumbras de la noche. Sin embargo, no le molesta en absoluto el resplandor intenso de la luz diurna, de manera que de día ve perfectamente, por lo que puede cazar, y de hecho caza sin problema alguno bajo el tórrido sol si la ocasión es buena.


CABEZA[]

La cabeza del leopardo es grande y con orejas cortas y redondas. Presenta manchas más pequeñas y sin la forma normal de rosetón.


OREJAS[]

Dorso blanco y pabellón auditivo negro. Son direccionables, lo que le permite captar mejor los pequeños ruidos lejanos.

Olfato: La utiliza, principalmente, para reconocer los límites territoriales.


BOCA[]

Sus desarrollos dientes son los ideales para cortar carne, de manera que le resultan muy útiles para despedazar sus presas una vez capturadas.

la gran velocidad del el leopardo es de 114km/h


COLA[]

Larga (entre 60 cm y hasta algo más de 1 m) y colgante, con machas negras.

CICLO VITAL Y COMPORTAMIENTO[]

Reproducción y territorio[]

Debido a la extensa área de distribución del leopardo, sus poblaciones se adaptan al clima de cada zona, y esto afecta también a las pautas de reproducción. Por ejemplo, en las regiones subtropicales, las hembras entran en celo en primavera; en cambio, en el trópico presentan ciclos continuos durante todo el año, siendo receptivas durante una semana para volver a estar en celo pasadas aproximadamente tres semanas. El leopardo es un animal solitario y territorial. La extensión de su territorio varía de 1 a 100 km2, según la disponibilidad de alimento, y sus dominios suelen solaparse con los de otros individuos. Marca el terreno con orina y rascando el suelo y los troncos.

En las zonas compartidas o fronterizas pueden producirse acercamientos que terminen en combates bastante aparatosos, pero raramente lesivos par los contendientes porque no llegan a morderse con la fuerza con que cazan. Por supuesto, los cachorros, jóvenes y hembras pueden estar dentro del territorio. Si una hembra está en celo, se produce el acercamiento y se inicia el cortejo que terminará con el apareamiento. La pareja de leopardo puede seguir unida algunos días o incluso semanas, cazando entonces conjuntamente y compartiendo las presas.

Tras una gestación de 3-5,5 meses, la hembra dará a luz dos o tres cachorros. Éstos pesarán unos 500 g y serán amamantados durante otros tres meses, permaneciendo junto a la madre de medio año a dos años. Este período es fundamental para su supervivencia, porque la madre les protege y les enseña a esconderse, a cazar y a usar los árboles. Alcanzan la madurez sexual a los 2-3 años, edad en que las hembras ocuparán parte del territorio de la madre o entrarán en el de otros adultos, pero los machos jóvenes deben abandonar el territorio de cualquier macho adulto y buscar uno propio donde establecerse.

Hábito y enemigos[]

El leopardo muestra hábitos terrestres, pero se puede calificar de relativamente arborícola. Aunque puede adaptarse a vivir en zonas sin bosque, incluso casi desarboladas por completo, muestra una clara preferencia por cierta cobertura vegetal, donde se mueve con comodidad y agilidad. El leopardo produce un sonido seco y áspero (similar al de una sierra) para delimitar y defender su territorio y para establecer contacto con otros individuos. Emite gruñidos cortos de saludo y ronronea cuando juega, mientras que cuando caza o se pelea, gruñe, ruge y resopla. El leopardo presenta mayor actividad de noche, pasando el día entre las rocas, arbustos o sobre las ramas, protegido del sol.

. El leopardo es buen nadador, pero si comete el error de atravesar un río sin advertir la presencia de un cocodrilo, puede convertirse en una presa fácil. Éste también puede sorprender cuando se acerca a beber a un río o charca.

LA CAZA[]

La dieta[]

El leopardo es un carnívoro casi estricto que puede capturar desde liebres, roedores y pequeños vertebrados hasta cebras y otros grandes ungulados, pasando por antílopes de talla media y grandes, jabalíes, aves voladoras y terrestres (como francolines y pintadas), reptiles (como varanos, serpientes y se sabe que cazo cocodrilos), pequeños carnívoros (como chacales),grandes vertebrados (como girafas) y cachorros de cualquier animal. Pero si existen unas presas para las que está especialmente adaptado, son los primates, aunque no todos, pues los mandriles y los babuinos le plantan cara de modo muy eficiente. También es un consumado

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cazador de los incómodos puerco espines. Además, puede alimentarse de ciertas hierbas y frutos, y algunos leopardos se han especializado en la pesca, permaneciendo en las orillas de los ríos pendientes de cualquier pez que suba a la superficie.


La técnica[]

Cuando patrulla por su territorio, el leopardo puede cazar en cualquier momento, pero es más frecuente que lo haga de noche. Suele ajustarse al siguiente método:

1.- Selecciona la presa, considerando su tamaño, velocidad, estado general, etc., atento a cualquier signo de debilidad.

2.- Sigue sigilosamente al ejemplar seleccionado, aunque puede variar de presa si durante el acecho encuentra otra mejor.

3.- si es posible, le tiende una emboscada que le proporcione cierto abrigo o ventaja: puede ser que se suba a un árbol cercano a la ruta del animal o se esconda entre la hierba.

4.- Si se pone a tiro, le alcanza de un salto y, si no, le persigue con una veloz carrera (cerca de 114 km/h), que no puede mantener por mucho tiempo (normalmente unos minutos).

5.- En el último momento se le echa encima con saltos que pueden llegar a tener 3 m de alto y 6 m de largo y le desequilibra de un zarpazo o le muerde directamente. Su visión frontal, en tres dimensiones como la del hombre, le permite calcular muy bien la distancia a que se encuentra la presa. En el momento del ataque los bigotes se erizan para tener información táctil de la víctima. Diversos estudios científicos han demostrado que estos datos se mezclan con los visuales en la misma área del cerebro, logrando así morder en el sitio adecuado.

El leopardo mata perforando la nuca con sus dientes, retorciendo el cuello para romper las vértebras cervicales o, si la víctima es muy grande, mordiendo su garganta hasta ahogarla. Luego, suele comer la parte delantera allí mismo, para llevarse enseguida el cadáver y subirlo a una rama, a buen recaudo de los ladrones de cuerpos.


UNA DESPENSA DE ALTURA[]

Un leopardo suele defender con fiereza las presas que captura, pero no siempre: si pone en peligro sus cachorros, si se ve rodeado de una numerosa manada de hienas o llega una manada de leónes, aunque sea sólo, entonces tendrá que renunciar a la caza que tanto le ha costado conseguir. Ante tales peligros, y a no ser que tenga un hambre insuperable, una vez muerta la presa, el leopardo, después de comer sí acaso un pedazo de su parte superior, a menudo la lleva enseguida al árbol más próximo. Allí sube el cadáver -apresado entre sus mandíbulas- hasta una rama que puede estar a 6 ó 7 m del suelo, o más si la resistencia del árbol lo permite. Se trata de una altura suficiente del árbol lo permite.

Se trata de una altura suficiente como para dejarlo fuera del alcance de la mayoría de carroñeros de la sabana, que son muchos más de los que habitualmente se piensa, ya que la mayor parte de depredadores nunca desprecian una presa muerta. En cambio, pocos pueden trepar un árbol hasta los lugares a los que llega el leopardo. Sin embargo, algún avispado carroñero con hambre atrasada puede que no resista la tentación de contemplar impotentemente semejante manjar. En cualquier caso, si los leones huelen la “carne en conserva”, harán todo lo posible por hacerse con ella. Es difícil que puedan comerla en el mismo árbol, pero en ese caso la harán caer. Así pues, aún sin quererlo, a veces el leopardo caza para otros que no pertenecen a su familia.

El leopardo puede acarrear presas muy pesadas hasta lo alto de un árbol gracias a su musculatura corporal y, en especial, a sus anchas y robustas patas, que están provistas de poderosas uñas que le permiten agarrarse con seguridad al tronco. Gracias a este sistema, el leopardo tiene carne asegurada durante unos días para él, su pareja y sus cachorros. Además, la altura retarda la descomposición de sus presas (ya que la altísima temperatura que alcanza el suelo acelera hasta cuatro veces este proceso). No es exagerado, pues, decir que, mucho antes que el hombre, este felino inventó la despensa.

Distribución del leopardo[]

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Bibliografía para el leopardo[]

http://es.wikipedia.org

http://riie.com.mx/?a=31107

www.duiops.net/seresvivos

http://www.duiop.net/seresvivos

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